CHOQUE DE TRENES

CHOQUE DE TRENES

Por Jacinto Postigo.

Terminábamos nuestro artículo anterior con la inminencia de un “choque de trenes”, por un lado Don Carlos, maestro jubilado, y del otro a Matías, un taxista con muchas horas de volante por el asfalto madrileño. Dos visiones diferentes de una misma realidad.

Cuando me sumé a la encendida charla, el ambiente estaba ya suficientemente caldeado:

-…Que te digo yo que no Matías, que no se puede meter este hachazo y atizando siempre a los mismos…
-¡¡Nos ha jodido!!, pero si no hay dinero y se necesita más ¿de donde lo sacas?, a mi no me van a bajar el sueldo porque soy autónomo, tendrán que bajárselo a sus empleados, a los funcionarios. Además que no se quejen tanto que muchos viven muy bien….- dijo Matías
-Yo he sido funcionario toda mi vida y he trabajado todo lo que tenía que trabajar y más, a mi nadie me va a dar lecciones de trabajo. Habrá alguno que viva como Dios y no de palo al agua, pero como en todos los lados, pero la mayoría trabajan y mucho, tú te piensa que los funcionarios son solo los que están en las oficinas… Es como si yo digo que todos los taxistas de Madrid os dedicáis a timar a los extranjeros que llegan al aeropuerto…
- Pues lo mismo acertabas Carlos…- dijo Matías entre risas -Pon otra Paco…

Y continuó hablando

-El otro día me contó uno muy bueno un cliente: Están un ruso, un americano y un español, y el ruso dice: “en Rusia tenemos el avión más rápido del mundo, que a va a diez veces la velocidad del sonido”, y el americano contesta: “pues en Houston hemos hecho un cohete intergaláctico que va a la mitad de la velocidad de la luz”, y entonces el español dice “eso no es nada, en España tenemos a mi madre, la Engracia, que trabaja en el Ministerio de Justicia. Todos los días sale de trabajar a las tres, y fijaros si será rápida, que a las dos ya esta en casa sentada a la mesa comiendo con nosotros…”

Cuando Matías cuenta un chiste o hace un chascarrillo, automáticamente te agarra del brazo y te mira partiendose de risa, o mejor dicho haciendo una mueca acompañada de un sonido similar a un jejeje que le sale de lo más profundo, a la vez que se encoje, como queriendo decir ¿es bueno, no…?. Hay que reconocer que tiene su gracia y cierto salero.

-Muy gracioso Matías, si quieres contamos ahora uno de taxistas no te jode, ¿te sabes el de la monja que se monta en un taxi…?. Chorradas a parte, si hay que recortar, que recorten por todos los lados, y más a los que más tienen. Es una vergüenza que estén metiendo mano incluso a los parados y muchos de los que han montado el agujero y se han hecho ricos estén viviendo tan tranquilos, o incluso les aticen un chorro de millones cuando les echan.
-Ahí tiene usted razón Don Carlos (Matías pasa del tuteo al usted con Don Carlos con total normalidad, a todos nos pasa igual) a los parados no había que tocarlos el subsidio, bastante tienen, pero si hay algún responsable de lo que nos está pasando ese es el ZP, que nos ha metido en el hoyo.
-Vaya por Dios, ya tuvo que salir. Tú bien sabes Matías que a mi Zapatero nunca me ha gustado, y digo siempre que ha hecho cosas mal, pero echarle la culpa de todo no puede ser, aquí hay muchos que han colaborado. Lo que pasa es que es muy cómodo poder echar la culpa a otro, a Zapatero le tenían que poner una estatua en Génova, al PP con ZP le pasa como al Barsa con el Madrid, si no existiera tendrían que inventarlo, no saben vivir sin él.
-Claro si dices que no hay crisis, o mientes con el déficit, o te gastas todo lo que te han dejado….
-Si ya te digo que es muy torpe Matías, y encima se ha rodeado de gente muy mala también, y se habrá equivocado en muchas cosas, pero ¿también le vamos a echar la culpa de lo de Italia?, o de Portugal o de Irlanda, que hace unos años era un ejemplo a seguir según decía Rajoy. Que no Matías, que no,.. que esto va mucho más allá de nuestras fronteras.

No puede contenerme más y me metí en la conversación:

-El mayor problema aquí ha sido la burbuja inmobiliaria, cuando Aznar dio barra libre a los ayuntamientos dejando construir a diestro y siniestro, y los bancos empezaron a repartir créditos todo iba de puta madre, todos éramos ricos y esto iba viento en popa: los curritos cobrando 3000 euros, venga coches, venga casas, había curro para todos… recuerdo a este de Asturias…, al Cascos coño, que decía que “si los pisos suben es porque los españoles podemos pagarlos”, y venga la gente como loca, el cuento de la lechera otra vez. Y la gente decía que esto iba a explotar, pero nadie lo paraba y al final explotó y ahora mi mujer al paro con lo puesto y los de los bancos con indemnizaciones millonarias partiéndose el culo de los curritos, mira el Rato, o el de Martinsa, o el Ferrán ese de la patronal o todos los que no sabremos el nombre que también se lo habrán llevado doblao, o la tonta esta del ¡¡QUE SE JODAN!!, y la verdad es esa, que nos tenemos que joder…
-Si ya…, pero no te olvides de que aquí han pillado todos, mira lo de los ERE en Andalucía.. –afirmó Matías
-Si a mi me da igual que sean galgos o lebreles, lo único que sé es que Paloma está en la calle y lo mismo yo voy detrás en unos meses, y tenemos dos criaturas- respondí.

Don Carlos en silencio agarró su copa con suavidad, el dedo meñique rígido y perpendicular al tallo de la copa, dio un sorbo lento, que se nos hizo eterno, los ojos entornados. Nuevamente Don Carlos repetía la liturgia, iba a pronunciar uno de sus discursos:

-La Humanidad ha alcanzado niveles de conocimiento científicos y tecnológicos suficientes para que todos y cada uno de los habitantes de este planeta pudiera vivir cómodamente, con todas sus necesidades básicas cubiertas, sin hambre, sin epidemias, sin dolor. Sin embargo gran parte de la Humanidad malvive en la miseria, otra gran parte sobrevive con sus necesidades básicas cubiertas, e incluso nosotros, de los más privilegiados del planeta, vemos como perdemos parte nuestro bienestar. ¿Cual es la razón de que la humanidad se encuentre en este estado?, la respuesta es difícil de encontrar, aunque seguramente haya que buscarla en la insaciable avaricia de unos pocos, en la búsqueda del bienestar propio por encima del bien común. Es decir, el comportamiento animal frente al comportamiento humano. Todos los hombres somos a la vez animales, y muchas veces es ese comportamiento animal el que se impone a cualquier raciocinio, es el sentimiento de manada el que triunfa frente al concepto de humanidad. Esto solo se arregla desde la educación y el conocimiento, debemos formar a nuestros niños en una visión solidaria y común del mundo, ahora los preparamos para ser triunfadores, para ser líderes, para que sean mejor que los otros, deberíamos prepararlos para ser personas.

Don Carlos hizo una pausa, dio otro sorbo lento y continuó.

-En España tenemos un ejemplo histórico de cómo teniendo los mimbres para hacer un cesto, se acaba haciendo la suela de una alpargata. A finales del Siglo XV, todo apuntaba a que España sería la mayor potencia del orbe, a una inagotable riqueza material, se sumaba un insuperable potencial humano. Se empezó expulsando a judios y musulmanes, entre cuyas minorías se encontraban algunos de los españoles mejor preparados, se dejo el poder en una aristocracia de la sangre, que elevaba a lo más alto a alguien por ser “hijo de”, independientemente de sus méritos y conocimientos, la aristocracia española ha sido la más mediocre de toda Europa, con honrosas excepciones, y a ello habría que sumar los monarcas. Inútiles entre los inútiles a lo largo de los siglos, con honrosas excepciones también, y por si esto fuera poco el papel de la Iglesia, siempre opuesta a la ciencia, siempre opuesta al conocimiento, siempre opuesta al progreso. Y así llegamos a donde hemos llegado, pese a todo y a todos, las castas de inútiles se han ido sucediendo en el poder y hoy vemos, como el Parlamento, que debería ser un santuario donde habitaran algunos de los mejores hombres y mujeres de la patria, esta ocupado por alguna verdulera de contrastada mediocridad cuyo único mérito es nuevamente, y como tantas veces ha ocurrido en España, su cuna. Cuando consigamos quitarnos a toda esta morralla de encima y realmente sean los más capaces los que nos gobiernen y no los hijos de los ladrones que tantos años nos llevan robando, tal vez este país ocupe el lugar que le corresponde, y mientras tanto, a nosotros, ¡¡QUE NOS JODAN!!.

Tras rematar su discurso, Don Carlos se abalanzó sobre la copa, que finiquitó de un sorbo. Ante tan abrumadora dialéctica, uno se queda sin palabras, tratando de asimilar el torrente, pensativo, sin saber si opinar algo, decir olé, o empezar a aplaudir, y es en estos momentos cuando te sale como sola la frase:

-Paco…, ponnos otra de lo mismo…

Y mañana más...