ME PRESENTO

ME PRESENTO

Mi nombre es Jacinto Postigo, “Jacintón” para los del barrio, tengo algo más de medio siglo de edad y trabajo (por ahora) de ajustador mecánico en una empresa del polígono. Estoy casado, con Paloma, desde hace no se ya cuantos años (tendría que hacer cuentas), y tenemos dos hijos, Almudena e Isidro. Vivimos en un barrio de las afueras de Madrid, uno de los muchos que hay. Somos una familia normal, que vive en un barrio normal de una ciudad normal, en un país normal, por lo menos eso hemos creído siempre.

Mi vida también es de lo más normal, transcurre entre el tiempo que dedico a trabajar, el que estoy en casa con mi familia y el que paso en el bar de mi amigo Paco, “Casa Paco”, la mejor oreja plancha del barrio y parte del extranjero, que además es una espacie de foro romano donde se discute de todo, sin perder casi nunca la compostura y donde vemos el fútbol los amigos, los de toda la vida.

Hace tiempo me apunté a un curso de iniciación a Internet para adultos, en el centro cultural del barrio. Para la gente de mi edad que llevamos trabajando en el taller de toda la vida el ordenador e Internet son algo nuevo (ya sé que a muchos les hará gracia pero seguro que ellos tampoco saben que una fresadora no es una máquina para hacer batido de fresas). Aburrido de que los chavales se rieran de mi cada vez que cogía el portátil y les tenía que preguntar algo, y dolido de oír a Paloma repetir: “si lo tuyo es apretar tuercas Jacinto…”, decidí apuntarme al cursillo, donde he aprendido muchas cosas nuevas, entre ellas hacer un blog.

Ayer fue un mal día, en el curro las cosas no van bien, cada día entra menos trabajo y al llegar a casa Paloma me da la mala noticia:

- Han hecho un ERE en la empresa y me ponen en la calle.

¡¡Cago en tó, a Paloma también!!, piensas que estas cosas solo le pasan a otros. Después de 25 años trabajando te dan la patada y a la calle con 50 años, ¿A dónde vas ahora?. Traté de hacerme el fuerte, de darla confianza, recurrí a los topicazos:

-Tranquila que no pasa nada, todo se arregla, con lo mío y lo del paro podemos ir tirando hasta que te salga algo, además ahora te darán un dinerito, y con todo el tiempo que llevas….
-¿Un dinerito?, y una mierda. Con la nueva ley solo te pagan un máximo de doce mensualidades…

El subidón de adrenalina fue inmediato, doce míseros meses después de toda una vida currando, y todo por la nueva reforma laboral, no solo se quedaba en el paro si no que habíamos palmao no se cuantos miles de euros por el camino, la mala leche aumentaba por momentos. En estos casos solo hay una salida: Casa Paco.

Entré con la mirada fija en el grifo de la Mahou, el disgusto y el calor me habían dado sed, era pronto y todavía no había muchos parroquianos:

-Ponme un doble Paco, en jarra fría…
-Joder como venimos Jacinto, vaya careto, ¿te han vuelto a arañar el coche?

Paco ejerce a veces de confesor, la gente le respeta y le quiere, le cuenta sus penas y le pide consejo. Paco lleva aquí desde antes que estuviera el barrio. Cuando esto era solo un descampado salpicado de casas bajas, Paco ya tenía el chiringuito en una de ellas, luego vinieron los del Ministerio de la Vivienda y levantaron los bloques, y Paco abrió el nuevo bar y ahí sigue. Nos ha visto nacer y crecer a todos y se sabe todas nuestras vidas, es la memoria viva del barrio, y además es buena gente.

-Imagínate Paco, han hecho un ERE en la empresa de Paloma y la ponen en la calle.
-¿Qué me dices Jacinto?, joder como está la cosa…

Entre trago y trago miro la tele y allí está “Mireusté”, el presidente Rajoy, hablando en el Parlamento, cambian de noticia y ponen unas imágenes de los antidisturbios repartiendo estopa, llevan a una chica esposada con la cabeza abierta chorreando sangre. A mi espalda una voz:

-¡¡Coño Jacinto!!, tu por aquí a estas horas….

Era Mariano (no el “Mireusté”) si no el “Plomos”, uno de los parroquianos habituales, al que llamábamos así por ser fontanero y también un poco pesado a veces, esa es la verdad, pero un buen amigo.

-Pues ya lo ves Mariano….

Por un momento dude de seguir hablando, esto del paro tiene un poco de tabú, es como cuando los niños vienen con piojos del cole, da como cierto reparo reconocerlo en público, pero Mariano es de los de toda la vida. Tras la pausa continué hablando:

-…que los joputas de la empresa de Paloma la han puesto en la calle, después de 25 años…
- Que putada chaval, ya lo siento. Hay que joderse como se esta poniendo el tema, no sé como va a terminar esto, pero pinta muy mal. ¿Te has enterado de lo de mi tocayo?.
- Le acabo de ver en la tele, pero no tengo ni idea de que ha dicho.
-Pues agárrate, ha subido el IVA de 18 a 21, la los funcionarios les ha jodido una paga y les ha quitado los moscosos, nos sube el tabaco también y no se cuantas cosas más.. ahh, y le baja el subsidio del paro a los parados de más de seis meses, pero no te lo pierdas, dice que para que pongan más interés en buscar curro, hay que ser caradura.

¿Caradura?, a mi se me vino a la cabeza algo más fuerte, me vino también a la cabeza la imagen de Paloma en la cola del INEM para cobrar una miseria. El Plomos continuó hablando:

-Pero lo más cojonudo es que no pasa nada, los cuatro cabrones que se lo han llevado doblado, tan tranquilos en una urbanización de lujo como el pavo de la Gurtel, y nosotros puteaos. Toda la vida matándote a currar y pagando religiosamente tus impuestos (bueno, el Plomos lleva más de media vida trabajando en negro, es una forma de hablar) y ahora esto. Ya está bien, algo hay que hacer…

Las últimas palabras de Mariano se quedaron suspendidas en mi cabeza, y fue cuando lo pensé: “voy a hacer un blog, voy a contar lo que pasa a mi manera, lo mismo a alguien le interesa, ya esta bien de decir las cosas solo en la barra del bar…”. La idea daba vueltas en mi cabeza, ya ni hacía caso a lo que me decía Mariano, que ahora había cambiado de tema y me estaba contando no se que historia de Mourinho y los llorones del Barsa que le querían llevar a juicio. Terminé la jarra de un sorbo, hice ademán de echar mano a la cartera para pagar, pero algo me detuvo, no llevaba ni una hora con un parado en la familia y ya me había entrado la obsesión con el ahorro, de todas formas era yo el que se iba, hice por pagar:

-Paco, dime que te debo con lo de Mariano…
-¿Pero donde vas hombre?, tómate otra que es pronto…
-No puedo Mariano, tengo cosas que hacer, de verdad…
- Pues entonces no le cobres Paco, que estas cervezas son mías…

Subí a casa con la mente fija en la idea que me había venido a la cabeza. La niña se había ido a la piscina, y el niño estaría haciendo el bandarra por ahí, el ordenador era todo mío. Comencé a escribir:

Mi nombre es Jacinto Postigo, “Jacintón” para los del barrio……